La inmensa mayoría de las justificaciones de los fenómenos paranormales se basan en “testimonios” más o menos numerosos de personas que afirman haber tenido experiencias extraordinarias.
Debería recordarse a los supuestos “especialistas” en fenómenos paranormales que el testimonio nunca es prueba de nada. Y esto es así por diversas razones. La primera es que cabe la posibilidad de que el testigo o testigos nos estén mintiendo por diferentes motivos; la segunda es porque nadie es completamente objetivo al describir sus experiencias vividas, sobre todo si en esa experiencia se han mezclado sentimientos de gran carga emocional; la tercera y última es que existen numerosos procesos psíquicos que alteran la percepción y/o rememoración de lo sucedido y que impiden una correcta interpretación del suceso, o incluso que fabrican sucesos que, simplemente, nunca han existido.
Con esto no estoy acusando a las miles de personas que día a día afirmar ser testigos de sucesos paranormales de ser “locos” o “histéricos” pero si quiero dejar constancia de un sin fin de fenómenos estudiados en psiquiatría que tienen conexión con numerosas afirmaciones e interpretaciones paranormales y en donde la mayoría de sujetos que lo padecen son personas sanas.
La personalidad también influye en la percepción de lo ocurrido; dos tipos de personalidades cabrían destacarse: La “histérica” que suele vivir con gran emoción lo sucedido desproporcionando hechos sin importancia y la “mistica” que se recrea buscando explicaciones sobrenaturales a cada uno de los acontecimientos de su vida.
Por último, señalar que hay dos tipos de trastornos graves especialmente dados a los fenómenos paranormales:
La Esquizofrenia con muchísimas graduaciones que van desde la desconexión total con la realidad, viviendo el sujeto en un mundo de fantasía, hasta leves formas en donde fantasía y realidad se mezclan levemente en forma de alucinaciones de diverso tipo, sensaciones, manías, etc…
La Paranoia en la que el sujeto, a pesar de tener una vida normal, tiene un “pensamiento extraño” se le ha metido “algo” en la cabeza… Si la paranoia es manía persecutoria pensará que el gobierno le engaña, que los extraterrestres le vigilan, que hay personas o cosas vigilándole escondidas en los armarios, etc… Si por el contrario el sujeto tiene megalomanía, el se creerá un gran mago, sacerdote, salvador, dios, demonio, inventor, etc… pero en cualquier caso se cree dotado de algún “don” especial que le hace superior a los demás y que debe ser digno de admiración, seguimiento y devoción.
Dichas formas de locura extrema no son las únicas que pueden alimentar el fenómeno paranormal. Por eso voy a intentar desglosar diversos tipos de alteraciones, en muchísimos casos leves y sin ninguna consecuencia patológica, que pueden explicar gran parte de los testimonios paranormales.
Para una mejor lectura los voy a clasificar por la naturaleza de la alteración.
Alteraciones de la memoria
Tienen gran importancia clínica, de hecho, son uno de los indicadores más sensibles de disfunción o daño cerebral. Sin embargo existen muchísimas alteraciones de la memoría en sujetos sanos que en un momento dado pueden falsear la evocación y los detalles de un suceso determinado. Está claro que si ha habido cualquier fallo en la memoria los recuerdos y sentimientos evocados tenidos como ciertos no lo serán tanto.
Amnesia Disociativa o Psicógena
Un suceso ha sido olvidado debido a que el sujeto ha experimentado un gran impacto emocional. Un tipo característico es la “amnesia de combate” donde un soldado olvida lo sucedido durante la batalla.
En dicha amnesia, los recuerdos subyacentes quedan “reprimidos” y pueden manifestarse de diversa manera, normalmente recordando en pesadillas los sentimientos de angustia (por ejemplo, una mujer victima de abusos sexuales experimenta a través de alucinaciones que la están violando justo antes o después de dormirse). Aquí las alucinaciones hipnagónicas (ver más abajo) representaría la via de escape a dichas emociones reprimidas.
Un sujeto con semejantes experiencias podría indicar que ha sido violado por extraterrestres, demonios, ángeles o cualquier ente que se le ocurra. Por tanto un experto debería sospechar de cualquier suceso que ocurra al acostarse o despertarse el testigo.
Fuga Disociativa o Psicógena
Es un trastorno próximo a la amnesia disociativa en la que se suman, además de una incapacidad del sujeto para recordar lo sucedido, un viaje lejos del hogar o del lugar habitual de trabajo y un cambio de identidad parcial o completa. En estas circunstancias, el sujeto podría interpretar a partir de vagos recuerdos de luces o sonidos que ha sido “raptado” o “manipulado” o “poseído” por desconocidos que le han abandonado luego en algún paraje lejano. Más angustiosa sería la interpretación de que ha sido “poseído” por algún demonio y le ha hecho deambular por la ciudad.
Déja vu, Déja vécu o Déja
Fenómeno muy común que a todo el mundo le acontece varias veces a lo largo de la existencia. Y que es causa de numerosas explicaciones paranormales.
El sujeto tiene la impresión equivocada de haber visto, oído o vivido una situación con anterioridad, cuando en realidad se trata de una experiencia nueva. La mayoría de las personas afirma que habían soñado con esa escena dias o meses antes de que ocurriera y muchas de esas personas creen erróneamente que han conseguido adivinar el futuro. Suele ocurrir más frecuentemente en personas con leves ataques de epilepsia sin mostrar otro síntoma que el “deja vu” con lo que el sujeto afirma una y otra vez que puede adivinar el futuro.
Criptomnesia
También denominada Reminiscencia. Una persona recuerda algo leido u oido en alguna ocasión. El recuerdo evocado no es reconocido como tal y se toma como algo nuevo y original. Una persona que sufre de criptomnesia hace un comentario ingenioso, escribe una melodía inolvidable, sin darse cuenta que está citando (plagiando) mas que hacer algo original. A veces el sentimiento de genialidad es tan profundo que la persona puede desarrollar una megalomanía. Por ejemplo, creerse un genio de la física que redescubre por sus propios médios lo que otros autores han tardado siglos, etc… cuando realmente está recordando sus estudios de hace años.
Confabulación
Falsificación de la memoria que aparece en un estado de conciencia lúcida y habitualmente asociada a una amnesia. El sujeto evoca una historia falsa sobre acontecimientos pasados, generalmente relacionados con su propia biografía y a menudo en respuesta a preguntas sugestivas de un examinador. Parece creer lo que dice, sin ser consciente de sus errores y no se observa intención de engañar al interlocutor, sino más bien de rellenar el hueco producido por su amnesia.
Suele ser frecuente bajo hipnosis cuando se le insta al sujeto a recordar algo que no le es posible hacerlo, lo peor es que esa fabulación inconsciente queda “añadida” a sus recuerdos como un hecho real indistinguible de sus otras vivencias.
Aquí se pone de manifiesto uno de los mayores peligros de las terapias de hipnosis. Los pacientes pueden fácilmente recordar episodios de “abduccion”, “vidas pasadas” y todo tipo de experiencias falsas, y, además, añadir esos recuerdos y emociones a sus recuerdos vitales.
Pseudología fantástica o mitomanía
Es un relato inventado de experiencias personales que supuestamente le han acontecido al sujeto. Son historias aparentemente verosímiles y donde el sujeto es protagonista. Busca el aprecio del interlocutor y ensalzar la estima personal. A veces, el paciente confrontado con la realidad de los datos reconoce que estaba mintiendo, sin embargo, parece inclinado compulsivamente a generar nuevas fantasías que incluso llega a creerse. Se diferencia de la confabulación en que las historias son mucho más elaboradas y que hay una intencionalidad de protagonismo. Una persona con estas características podrá contar todo tipo de experiencias paranormales con fantasmas, ovnis, etc… no solo eso, podría incluso adoptar el papel de un Indiana Jones que ha vivido todo tipo de experiencias recorriendo medio mundo y viviendo peligrosamente. Muchos magufos podrían ser simplemente mitómanos empedernidos y en donde sus seguidores se engargaran de alimentar una y otra vez su ego.
Alteraciones de la percepción
Esta es una de las fases más delicadas del organismo, se trata nada más y nada menos que de la captación de los datos… si la percepción es alterada, los hechos objetivos mismos se ven alterados y el sujeto no podrá darse cuenta de que está viviendo una experiencia falsa.
Traslaciones de la calidad de las sensaciones
Cambios en el brillo, intensidad o color de los objetos percibidos y cambios en la forma percibida (micropsia y macropsia). Pueden deberse a intoxicación o incluso a fiebre. Algunas drogas como la mescalina hace que las partes del cuerpo aparezcan como cortadas o separadas en el espacio.
Extrañeza perceptiva
En esta alteración, lo percibido es reconocido, a nivel consciente, como familiar, pero es “vivido” subjetivamente como algo completamente nuevo, extraño o irreal. No se encuentran alterados ni los elementos de la sensación, ni la aprehensión de su significado, ni el juicio de la percepción en su conjunto; sólo el sentimiento de familiaridad o reconocimiento que acompaña a la percepción. La persona puede elucubrar todo tipo de explicaciones, incluso la presencia de un “manto” o “niebla”. Suele asociarse a ideas de “fantasmas”.
Percepción cambiada del tiempo
El sujeto puede sentir que su percepción del tiempo ha cambiado de manera que éste parece discurrir muy lento, muy rápidamente o cambiar su “tempo”. Puede parecer que el tiempo se ha detenido por completo. Puede asociarse a ideas de presencia de entes sobrenaturales.
Ilusiones afectivas
Es un estado afectivo especial el que determina su producción. Un niño asustado en la oscuridad puede ver en las sombras de la habitación personas amenazantes. Durante el periodo de duelo es muy frecuente que una viuda reconozca a su marido muerto entre la multitud.
Pareidolias
Ocurren en una proporción importante de la gente normal. Su aparición es más frecuente en los niños que en los adultos. Consisten en imágenes creadas por nuestra imaginación trabajando sobre elementos de la realidad, en cierto modo amorfos o imperfectos. Son las imágenes que nos parece ver en los contornos y claroscuros de las nubes, y sobre las manchas y desconchones de la pared. Un caso típico son las personas que dicen ver el rostro de Jesucristo en una pared de una casa o en el suelo de una habitación. Las pareidolias se vuelven más intrincadas y detalladas cuanto más nos fijamos en ellas, llegando a convertirse en una obsesión.
Imágenes eidéticas
Se trata de imágenes que aparecen en el espacio exterior, como las percepciones, siendo además sensibles y corpóreas como si interviniesen los órganos de los sentidos. Poseen evidencia objetiva, pero realmente son imaginadas por el sujeto. Estos fenómenos son frecuentes en la infancia, comienzan a disminuir a los 15-16 años y sólo un 7% de los adultos muestran fenómenos eidéticos. En algunas personalidades histéricas o muy sugestionables también se puede dar; sería éste el caso de pseudo-apariciones religiosas o de tipo paranormal.
Alucinaciones
Son fenomenológicamente hablando, el tipo más significativo de percepción engañosa y el más grave. Existe un amplio abanico de alucinaciones que abarcan todo tipo de percepciones.
De aquí destacaríamos principalmente las que ocurren al acostarse o levantarse ya que son comunes en la población sana y pueden provocar estados de pánico.
Alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas
Estas percepciones visuales, auditivas, táctiles o cualesquiera, aparecen cuando se está a punto de dormirse (hipnagógicas) o se está despertando (hipnopómpicas). En esos momentos hay una marcada disminución del nivel de conciencia y no tienen porqué tener un significado patológico. Se ha visto con mayor frecuencia en casos de ansiedad, depresión y estados febriles. Podría decirse que la mayoría de casos de alucinaciones se producen en la cama y bajo estas circunstancias. De ahí que no deberían tenerse en consideración aquellas experiencias paranormales vividas por sujetos antes y después de acostarse.
Alucinaciones visuales y auditivas
Son infinitamente variables en su contenido, y está claro que no siempre el sujeto es consciente que está sufriendo una alucinación, por lo que caben infinitas interpretaciones paranormales de su experiencia
Autoscopia
Consiste en la experiencia de verse a sí mismo y reconocerse. La persona se encuentra e interactua de frente consigo mismo. A veces cree que es un yo del pasado, del futuro o de otra realidad. La interpretación paranormal es evidente. También se ha descrito la autoscopia negativa, en la que el sujeto se mira en un espejo y no ve a nadie.
Alucinaciones de la sensibilidad superficial
Destacan las hápticas o de tocamiento. El sujeto cree que un ente o espíritu la está tocando, pegando, acosando o incluso violando.
Alucinación extracámpica
También se le llama alucinación de presencia. Estas alucinaciones se experimentan fuera de los límites del campo sensorial, el sujeto puede contar: “Sé que hay alguien detrás de mí todo el tiempo y se mueve cuando yo lo hago. Aunque no lo he visto nunca siento su presencia”. Si la sensación es más o menos permanente, el sujeto interpreta que hay un espíritu con él, o un ángel de la guardia o un fantasma.
Alteraciones del yo Desde el punto de vista psicológico el “yo” es la experiencia de uno mismo.
Desdoblamiento del “yo”
El sujeto vivencia la propia escisión, nos dice que es a la vez dos “yos”. Se trata de dos “yos” que coexisten sin conexiones entre ellos. Hay que diferenciar esto del desdoblamiento de personalidad, donde existe una conciencia alternante (no se vivencian ambas personalidades al mismo tiempo). El desdoblamiento del yo también hay que diferenciarlo de las alucinaciones autoscópicas, donde el paciente ve a otra persona exactamente igual que él en el espacio exterior.
Invasión del espacio interior por un yo extraño
El sujeto cree que otro yo se ha metido en él, así por ejemplo dicen: “hay otro en mí”, ” yo soy el que era más otro”. Está claro que la interpretación más usual es la de un demonio o espíritu que le invade.
Disociación del yo
En este caso no existe desdoblamiento sino que el sujeto experimenta que unas actividades psíquicas le pertenecen, y otras le son impuestas. Esto le lleva a interpretar que está siendo manejado desde el exterior en contra de su voluntad.
Heautoscopia
Es una experiencia aterradora donde se ve la vivencia de un doble corpóreo en el espacio exterior. Es un auténtico desdoblamiento físico, y a veces también puede ser un desdoblamiento psíquico, cuando el doble corpóreo tiene actividad psíquica y actúa con total libertad e independencia.
Éxtasis
El individuo sano tiene capacidad para distinguir perfectamente los límites físicos entre el “yo” y el “no yo”. Cuando esto no es así se producen gran cantidad de experiencias sobrenaturales de las que destaca el éxtasis que es un ensanchamiento del yo que llega a fusionarse con la naturaleza, el mundo, dios y lo absoluto.
La apertura del yo
Donde se tiene la sensación de percibir el pensamiento de otras personas. El sujeto está convencido de conocer el pensamiento de otras personas, y de poder influir directamente sobre ellos sin necesidad de que ellos estén presentes.
Transitivismo
El sujeto piensan que otros experimentan o hacen aquello que en realidad sienten o realizan ellos mismos.
Apersonificación
Ciertos sujetos creen vivenciar ellos mismos lo que ven u oyen en otras personas. Por ejemplo el sujeto ve poner una inyección a un tercero, y se queja de ser pinchado él mismo.
Delirios Consideramos a los delirios como una alteración cualitativa del pensamiento, de carácter patológico e inaccesible a la argumentación lógica.
Delirio de posesión o de embarazo
Se basa en la certeza de estar poseído por otro cuerpo. Aparece en esquizofrenicos, histericos y a veces puede tener un substrato cultural (Vudú). Si es tribuido a un ser demoniaco se denomina demonomanía.
Percepción delirante
Es la atribución de un significado absurdo a un objeto. Por ejemplo un sujeto afirma que ver un perro significa que el fin del mundo es inminente, o un cochecito de niño significa que lo van a matar. No existe ningun proceso de elaboración del significado del objeto percibido, lo que daría lugar a una interpretación, sino que la vinculación objeto-significado absurdo se da en el instante mismo de la percepción.
Ocurrencia delirante
Se trata de una certeza súbita de caracter delirante, sin que medie percepción alguna.
Por ejemplo, el sujeto cree de repente que sabe que va a ocurrir una desgracia.
Interpretación delirante
Consiste en la valoración delirante de hechos, ideas, actuaciones u otros fenómenos psíquicos correctos. El sujeto establece conexiones entre varios acontecimientos independientes y le da una interpretación falsa.
Recuerdos delirantes
Es dar un significado nuevo a un recuerdo, de forma que el sujeto interpreta el pasado con una configuración delirante.
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