Lenguaje y Música: Unidad 8 |
La evolución de Hmmmm |
Desde Hmmmm hasta Hmmmmm avanzado |
La primera dispersión parece coincidir con la aparición de H. ergaster en el registro fósil. La bipedación plena puede estar detrás de la coincidencia.
También es posible que la primera dispersión fuera de H. habilis.
Hay registros fósiles en Asia de entre 1’5 y 1’8 millones de años.
Hay registros fósiles en Europa desde hace más de 1 millón de años:
En Europa, H. ergaster evolucionó hacia H. heidelbergensis.
En Asia, H. ergaster evolucionó hacia H. erectus (el hombre de Pekín), y éste hacia H. floresiensis.
H. antecessor es el probable ancestro de H. heidelbergensis.
Estas especies son ya muy parecidas al H. sapiens.
¿Es cierta toda la información anterior? | ||
Todo lo anterior es altamente especulativo. De manera periódica, nuevos datos obligan a replantear la evolución humana. Veamos dos ejemplos: | ||
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Lordkipanidze et al. (2013) estudian un cráneo de 1’8 millones de años descubierto en Georgia. El estudio realizado sugiere que los homínidos que poblaron el planeta pudieron pertenecer a una misma especie, y no a especies diferentes. No se niega la posibilidad de varias especies. Pero se plantea que las variaciones encontradas no son suficientes para sostener esa hipótesis. |
Razón de orden biogeográfico: cambios climáticos que alteraron la cubierta vegetal y las oportunidades de alimentación de los grandes mamíferos. De hecho, se produjo una dispersión similar de estos animales.
¿Existiría otra razón atribuible al “síndrome del Everest”?
Las rutas de dispersión son polémicas. El siguiente gráfico ilustra una de esas propuestas:
La dispersión implica adentrarse en entornos desconocidos.
La supervivencia de estos pioneros exigiría el trabajo en equipo (especialmente en lo referente a la caza).
¿Era suficiente Hmmmm como herramienta de intercambio de toda la información que requerían las nuevas situaciones?
Los humanos primitivos (H. ergaster, H. erectus, H. heidelbergensis) emplearon la mímesis.
Merlin Donald (1991) sugiere que la mímesis representa el puente entre la comunicación de los simios y la de los humanos modernos.
La mímesis tal vez posibilitaría nuevas acciones, fuera del alcance de los homínidos anteriores: crear nuevos utensilios, colonizar nuevos paisajes, manejar el fuego (¿H. erectus?), emprender la caza mayor, etc.
El uso actual de la mímesis en tribus primitivas está documentado:
La mímesis puede incorporar gran variedad de acciones y modalidades: rasgos prosódicos, expresiones faciales, signos y gestos de ojos y manos, posturas y movimientos corporales, todo ello formando diferentes secuencias…
La mímesis es un ingrediente esencial de la cultura humana, a lo largo de toda su historia y hasta hoy.
Es razonable suponer que la mímesis jugó un papel importante en el sistema de comunicación Hmmmm.
Los humanos primitivos imitarían no sólo los movimientos de los animales, sino también sus voces.
Los sonidos de los animales sería un componente de Hmmmm. Esto no equivale a dar nombres a los animales.
Dos procedimientos para la mímesis fónica:
Parece razonable suponer que los homínidos se refirieran a los animales no sólo imitando sus voces, sino también con vocalizaciones que transmitieran sus características físicas.
Si estos fuera así, este sistema de comunicación evolucionado podría denominarse Hmmmmm: un lenguaje holístico, manipulador, multimodal, musical y mimético.
El sistema de comunicación de los primeros homínidos (dentro de la perspectiva Hmmmmm) carecería de palabras y gramática.
Consistiría en mensajes holísticos, hablados y gestualizados, con dos finalidades: influir en el comportamiento ajeno y expresar los estados emocionales.
El carácter multimodal sería acentuado: se utilizarían gestos, danzas, se haría un uso muy amplio del ritmo, la melodía (tono), incluso el timbre.
Los humanos primitivos podrían haber tenido un repertorio amplio de mensajes holísticos, que podían ser relativamente complejos.
Este sistema de comunicación favorecería el conservadurismo (de ideas, conductas y del propio Hmmmmm). Podría explicar la llamativa falta de innovación durante su existencia (entre 2’5 y 0’25 m.a.).
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El sexo puede haber sido un factor importante en la evolución de Hmmmmm, hasta el punto de poder preguntarse: ¿es la música un producto de la selección sexual?
Algunas obras fundamentales:
La elección de compañero sexual es un elemento esencial en el éxito reproductivo de la especie.
Como el coste reproductivo es mayor para las hembras, éstas son más exigentes que los machos para escoger pareja.
Buena parte de la apariencia y la conducta (el cortejo, especialmente) de la especie se explica por la necesidad (del macho, especialmente) de resultar atractivo para el sexo opuesto.
El principio de la tara: para que un rasgo (físico o conductual) atraiga eficazmente, debe suponer un coste real para su portador, una tara o desventaja potencial. El ejemplo clásico: la cola del pavo real.
La selección natural explica buena parte de la diversidad del mundo natural.
Darwin aplicó la teoría de la selección sexual al origen de la música. Dos citas al respecto (El origen del hombre y la selección en relación al sexo, 1871):
Geoffrey Miller (2000) liga la música a la teoría de la tara y a la de la selección desbocada (Fisher 1930):
La idea de Miller (2000) es atractiva, pero sus pruebas y argumentos son débiles:
Según Guéguen-Meineri-Fischer-Lokou (2013), las mujeres se sienten más atraidas por los músicos que por los deportistas. Pero su trabajo debe tomarse con cautela.
De modo general, la selección sexual puede producirse de dos modos:
Los dos modos pueden compaginarse.
El sistema de apareamiento de la mayoría de los simios africanos es la poliginia (excepción: los gibones).
No está clara la posibilidad de las hembras para elegir pareja (probablemente varía según la especie y las condiciones ecológicas).
Un rasgo directamente relacionado con la poliginia es el dimorfismo sexual.
Además del tamaño y la fuerza, los machos usan vocalizaciones para intimidar a otros machos.
Puesto que el dimorfismo es un índice de poliginia, es importante conocer si el registro fósil muestra diferencias de tamaño por sexo.
En la práctica es muy difícil. Ante dos huesos de diferentes tamaños, caben muchas posibilidades:
Para McHenry (1996), el dimorfismo sexual de Lucy (Australopithecus afarensis) era mayor que el de los H. sapiens actuales y algo mayor que el de los chimpancés, pero muy inferior al de gorilas y orangutanes.
Con la aparición de Homo ergaster:
El dimorfismo de H. ergaster se cifra en 1,2:1 (el de H. sapiens, en 1,1:1).
Su tamaño creció con respecto a Australopithecus (un 50% los machos y un 70% las hembras).
Su volumen craneal se dobló (400-500 cm3 en Autralopithecus y 800-1000 cm3 en H. ergaster).
Estos datos no indican poliginia, sino tal vez monogamia.
Por otra parte, el bipedismo estrecha la pelvis, de modo que los bebés deben nacer prematuros (altricialidad secundaria).
Antes y después del parto, las hembras necesitarían mucho apoyo (mayor aporte energético pero menos posibilidad de conseguir comida).
Es probable que fuera el macho monógamo quien comenzara a aprovisionar y proteger a la hembra y a las crías. Es un factor que consolida la pareja estable, puesto que el macho quiere estar seguro de que los hijos que mantiene son suyos.
Caben más posibilidades: por ejemplo, que la ayuda fuera de otras hembras del grupo, y no de los machos.
Dos referencias bibliográficas:
Entre los modernos Hadza (grupo de cazadores-recolectores de África oriental), los hombres pasan mucho tiempo cazando y apenas proporcionan recursos a mujeres y niños.
La actividad fundamental es la de las mujeres postmenopáusicas: recolectan frutos y cuidan a sus nietos, de modo que las madres pueden también salir a buscar comida.
O’Connell et al. piensan que algo similar pudo ocurrir con H. ergaster, y lo relacionan con la evolución de una etapa postmenopáusica, de la que carecen los simios africanos.
En las sociedades primitivas (H. ergaster, H. erectus, H. heidelbergensis), la elección femenina es probable que fuera cada vez más importante.
Los machos seguirían probablemente compitiendo entre sí, pero con ciertos cambios:
Los bifaces aparecen hace 1’4 millones de años. Permanecen prácticamente inalterables en el registro arqueológico durante más de 1 millón de años.
Los bifaces muestran un alto grado de simetría. Son atractivos al ojo moderno, se han considerado incluso el primer artefacto estético. Función de los bifaces: despiezar animales, cortar plantas, trabajar la madera. Pregunta: por qué dedicar tanto tiempo a crear un utensilio tan simétrico, cuando una sencilla lasca habría servido para el mismo uso. Pregunta asociada: por qué se desechar los bifaces a la primera señal de desgaste, y crear otros nuevos sin una clara necesidad. |
Referencia bibliográfica: Kohn-Mithen (1999): Handaxes: Products of sexual selection?
Dedicar tiempo y energía a dar forma a un utensilio delicadamente simétrico supondría un handicap para su creador, pero también una señal de gran capacidad mental y física, que cualquier madre desearía para sus hijos.
¿Por qué, entre todos los posibles rasgos estéticos, el de la simetría? En general, la simetría es un buen indicador de salud genética y física. Los humanos modernos valoran la simetría como una rasgo básico de la belleza.
Cuestión: ¿qué sexo tallaba los bifaces?
La hipótesis explicaría la abundancia de bifaces en el registro arqueológico.
La hipótesis también explica la existencia de algunos bifaces “gigantes”, demasiado grandes para su uso real. (Bifaz de Furze Platt, de casi 40 cm. y 3’5 Kg.).
Si la hipótesis fuera correcta, sería una prueba a favor de la pervivencia de sistemas de apareamiento poligínico.
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Planteamiento general: la necesidad de comunicación madre-hijo supuso una presión selectiva para la evolución de Hmmmmm y, en última instancia, para las capacidades lingüísticas y musicales del humano moderno.
Actividades del hombre primitivo:
Referencia bibliográfica: Ellen Dissanayake (2000): Antecedants of the temporal arts in early mother-infant interaction.
La altricialidad (bebés prematuros por la reducción pélvica originada por la bipedación) supuso que el cuidado de los niños se convirtiera en una tarea costosa y relativamente larga.
Para Dissanayake, los aspectos musicales de LAN nacieron como respuesta a la creciente indefensión de los bebés humanos.
Dissanayake contradice, por tanto, a Darwin y Miller (su idea de la música como algo inútil).
La necesidad de una mayor interacción madre-hijo provocó que la comunicación se intensificara y adoptara una naturaleza musical. La razón, la posibilidad de la música para expresar y generar emociones.
Esta necesidad evolutiva es en última instancia la causa fundamental de la creación musical en el género humano.
La música debe entenderse aquí como un “paquete multimedia” de sonidos, expresiones faciles y lenguaje corporal.
En ausencia de un lenguaje “moderno”, los niños debían aprender los distintos enunciados Hmmmmm referidos a los diferentes estados de ánimo. El Hmmmmm adaptado a los niños, con su prosodia exagerada, habría facilitado el aprendizaje.
El mecanismo evolutivo es la selección natural: las madres cuya constitución fisiológica y cognitiva les hacía más capaces de cuidar a sus hijos, y los hijos que eran más receptivos a estas atenciones, adquirían una ventaja reproductiva.
Los simios casi nunca dejan a sus bebés en el suelo. Cuando lo hacen, suelen emitir (las crías, pero también las madres) una voz característica para restablecer el contacto.
El acarreo de los bebés humanos debió ser más problemático que el de los simios:
No se sabe cuándo se produjo la pérdida del vello corporal.
Tres posibilidades para dejar al bebé:
Dejar al bebé en el suelo pudo ser una acción frecuente, esencial para el desarrollo de la comunición madre-hijo: LAN (o el equivalente Hmmmmm) sería así la extensión virtual de los brazos de la madre.
En estas condiciones, el llanto del bebé originaría enunciados a modo de arrullos, que fácilmente pueden entenderse como las primeras nanas.
Es un mecanismo de selección natural: las madres con una propensión biológica a atender (con vocalizaciones, gestos y expresiones) a sus hijos “dejados en el suelo” serían seleccionadas con más fuerza, de modo que sus genes (y su comportamiento asociado) tendería a extenderse en la población.
Una posibilidad teórica: del mismo modo que un niño alcanza el lenguaje mediante LAN, también el lenguaje pudo originarse a través del Hmmmmm adaptado a los niños.
Un entretenimiento sugerente: imaginar algunas de las primeras palabras holísticas de Hmmmmm adaptado a los niños. Algunas posibilidades:
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La música es una actividad grupal en todas las culturas.
¿Por qué la actividad musical crea lazos sociales, y cómo?
¿Por qué la evolución ha hecho que la actividad musical compartida nos resulte placentera?
Hay otras actividades compartidas placenteras de importancia evolutiva evidente: la comida, el sexo. ¿Por qué cabe incluir también a la musica entre estas actividades?
La sincronía conductual es muy escasa en el mundo animal.
¿Por qué se da esta conducta sincronizada?
¿Los simios africanos tienen sincronía conductual? Los chimpancés no demasiado (algunos chillidos con la comida); los bononos, algo más.
Björn Merker (2000) propone que la música evolucionara a partir de un canto sincronizado con finalidad sexual de los machos homínidos.
Crítica: no parece un procedimiento muy adecuado para un entorno dominado por los depredadores.
La actividad musical comunitaria no sólo es reflejo de una agradable sensación de comunión, sino que la crea activamente (McNeill 1995).
La música induce (no se sabe cómo) una especie de coordinación cognitiva que despierta un estado emocional compartido.
La pregunta es obvia: ¿por qué? La respuesta puede estar en nuestro pasado evolutivo: los individuos que mejor se coordinaban (en el trabajo, y también en el “entrenamiento” de la danza) lograrían mayor éxito reproductivo. Esta capacidad se transmitiría genéticamente con la evolución.
La cooperación en la sociedad homínida se ha revelado fundamental. La defensa contra los depredadores, la caza y la búsqueda de alimento, el cuidado de los niños, etc.
La teoría de Darwin sostiene que, para tener éxito evolutivo, los individuos deben atender a sus propios intereses.
En realidad, cooperar es precisamente la mejor forma de atender los intereses individuales: ayudar para que nos ayuden. (En este sentido, el darwinismo ha sido ampliamente criticado. Véase, por ejemplo, la opinión de Máximo Sandín. En definitiva, y sin necesidad de recurrir al diseño inteligente, existen numerosas corrientes antidarwinistas.)
Las decisiones acerca de cooperar o no son constantes y difíciles.
No hay por qué suponer que los dilemas a los que se enfrenta hoy un H. sapiens sean muy diferentes de los de nuestros ancestros.
Hay dos maneras de promover la cooperación (Axelrod 1984):
Las dos propuestas de Axelrod se cumplen con la música en grupo.
Hacer música es una forma barata y sencilla de interactuar, que permite demostrar la disposición a cooperar y, por tanto, la favorece.
En la vida diaria, resulta constante la inquietud acerca de si el otro va o no a cooperar con nosotros. Hoy en día contamos con el apoyo del simbolismo (de ropas y complementos).
La teoría de la mente ayuda en este dilema cotidiano.
La teoría de la mente supone la conciencia de la propia identidad: yo poseo un conjunto de creencias, deseos y sentimientos propios.
En cualquier grupo, resulta difícil coordinar los diferentes yos (con estados de ánimo y deseos propios e incluso contradictorios).
La música ayuda en esa coordinación: ajusta las mentes a un estado emocional compartido, de modo que
En Psicología, el concepto de nostridad (o efecto de sesgo intergrupal) se relaciona con la cooperación humana.
La música es un excelente medio de creación de una identidad grupal.
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Alexander Iribar >> Música >> Lenguaje y Música |
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