Cultura Vasca |
Tema 5.11: El Txistu El nacionalismo cultural |
El nacionalismo va a terminar de conformar al txistu que conocemos. Su primera fase se centra en lo cultural, sin llegar a postulados políticos.
Los alemanes acuñan el concepto de volk (‘pueblo’) que engloba el yo romántico, la identidad colectiva, el diferencialismo étnico… (tal vez una reacción al universalismo teórico del liberalismo
francés, impuesto por el ejército napoleónico).
Nace en toda Europa el llamado nacionalismo cultural (o etnonacionalismo).
Las manifestaciones musicales eran –y son– una parte importante de la cultura nacional (la música popular está enraizada en el pueblo natural, es decir, en el mundo rural).
Este movimiento encuentra en el País Vasco un terreno especialmente propicio.
- Como reacción al liberalismo centralista español, monolíticamente unificador
- La literatura vasca desarrolla el esteroetipo de hombre rústico, baserritarra, natural, sano, euskaldun y religioso (Cf. Peru Abarka)
- Sin este caldo de cultivo, costaría entender cómo un asunto dinástico –el carlismo– pudiera haber tenido tanta importancia
- Como consecuencia (de las carlistadas), el estado liberal consigue lo que no había conseguido ni el absolutismo borbónico ni el despotismo ilustrado: la supresión foral
- La revolución industrial genera un aluvión de inmigración => ideas socialistas y anarquistas, adaptación del repertorio internacional (valses, polkas, habaneras, etc.) en detrimento del
tradicional
El País Vasco se convirtió en un centro de atracción romántico europeo.
- Ilustres visitantes: Humboldt, Dembowski, Wilkinson, Isabel II, Eugenia de Francia...
- Pierre Loti y su Ramuntcho (best-seller que describe un País Vasco lleno de bertsolaris, pelotaris y dantzaris que hablan un idioma arcaico...)
- El interés ajeno potenció la conciencia sobre la valía de una cultura tradicional, en un momento en que comenzaba a desaparecer
En estas condiciones, el proceso de retroceso que estaba atravesando el tamboril se considera inmerso en otro más profundo, el de la cultura vasca natural, rural y católica. Y empiezan a aparecer, en un ámbito urbano y
de clase media-alta, varias asociaciones empeñadas en su defensa y mantenimiento, dentro de un nacionalismo cultural que tardará todavía un concretarse políticamente (Sánchez Ekiza, 2000) |
El tamboril se ve ahora como el instrumento típico y representativo de los vascos, garante de las danzas honestas (especialmente contra el acordeón, infernuko auspoa).
- Curiosamente, el repertorio escrito de estos tamborileros, supuestos símbolos de vasquidad, está lleno de esos bailes extraños, bailados al agarrao => la realidad era más compleja
- De modo similar al instrumento, también un ritmo se convierte en identitario: el zortziko
El papel de los Juegos Florales y las Fiestas Euskaras:
- Ya desde la primera edición de Hegoalde (Elizondo, 1879), se organizaron concursos de txistularis
- También se organizaron concursos de alboka o dulzaina
- La nomenclatura: vasca-tibia, silbo, danbolindari; euskal-chistu, chirola, chistu-lodi, chistu-soñularia
- Carácter purista: deben interpretar aires vascongados (la depuración del repertorio también llegaba a los concursos de composición para banda)
- Parece que, en el impulso al txistu, pesa más el amor a la tradición que los motivos musicales o estéticos
- Junto a la tradición, sigue el impulso de asimilar el tamboril a la música erudita (cuarteto 2tx+2silb; versiones)
- Aparecen algunos de los grandes nombres del txistularismo
- Estos concursos contribuyeron al creciente interés por el mantenimiento y la recuperación de las danzas e instrumentos tradicionales, con una actitud un tanto acrítica y esencialista
Al escuchar los agradables sonidos que a sus instrumentos arrancaban: al observar la maestría en la ejecución y la perfección con que se acompañaban los hermanos Uria, cualquiera a no verlo hubiera dudado de que tan
sonoras y armoniosas notas fuesen producidas por un instrumento tan ingrato como el silbo (crónica de 1881) |