Cultura Vasca
Tema 5.11: El Txistu
El nacionalismo cultural


El nacionalismo va a terminar de conformar al txistu que conocemos. Su primera fase se centra en lo cultural, sin llegar a postulados políticos.




Los alemanes acuñan el concepto de volk (‘pueblo’) que engloba el yo romántico, la identidad colectiva, el diferencialismo étnico… (tal vez una reacción al universalismo teórico del liberalismo francés, impuesto por el ejército napoleónico).

Nace en toda Europa el llamado nacionalismo cultural (o etnonacionalismo).

Las manifestaciones musicales eran –y son– una parte importante de la cultura nacional (la música popular está enraizada en el pueblo natural, es decir, en el mundo rural).

Este movimiento encuentra en el País Vasco un terreno especialmente propicio.

El País Vasco se convirtió en un centro de atracción romántico europeo.

En estas condiciones, el proceso de retroceso que estaba atravesando el tamboril se considera inmerso en otro más profundo, el de la cultura vasca natural, rural y católica. Y empiezan a aparecer, en un ámbito urbano y de clase media-alta, varias asociaciones empeñadas en su defensa y mantenimiento, dentro de un nacionalismo cultural que tardará todavía un concretarse políticamente (Sánchez Ekiza, 2000)

El tamboril se ve ahora como el instrumento típico y representativo de los vascos, garante de las danzas honestas (especialmente contra el acordeón, infernuko auspoa).

El papel de los Juegos Florales y las Fiestas Euskaras:

Al escuchar los agradables sonidos que a sus instrumentos arrancaban: al observar la maestría en la ejecución y la perfección con que se acompañaban los hermanos Uria, cualquiera a no verlo hubiera dudado de que tan sonoras y armoniosas notas fuesen producidas por un instrumento tan ingrato como el silbo (crónica de 1881)


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Alexander Iribar >> Cultura Vasca >> El Txistu
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