Un ensayista que trasciende
épocas
Texto: Javier Martínez de Pisón
+ Por qué ser
orwellianos +
"QUIEN QUIERA entender el siglo XX tiene que leer a Orwell",
escribe Timothy Garton. La afirmación no es gratuita y la reciente
publicación en inglés de todos los ensayos, artículos periodísticos
y correspondencia de George Orwell ofrece una oportunidad única
de apreciar en toda su dimensión al hombre que hizo de la escritura
política un arte. Se trata de cuatro volúmenes publicados ahora,
An Age Like This (1920-1940), My Country Right or Left
(1940-1943), As I Please (1943-1945) e In Front
of Your Nose (1945-1950), editados por Ian Angus y Sheila
Davison, demuestran claramente que la influencia de Orwell no
se reduce simplemente a sus obras famosas, sino que trasciende
estilos y épocas. Además de esta obra, Peter Davison publicó hace
unos años la monumental The Complete Works of George Orwell,
20 volúmenes que recogen todas sus novelas y todos sus escritos.
La información ahora publicada permite apreciar minuciosamente
la formación de su estilo y sus ideas políticas, al igual que
sus grandes ensayos. El primer volumen contiene su ensayo Shooting
an Elephant, ocho páginas que son como una descarga eléctrica
de alto voltaje. Escrito cuando Orwell era miembro de la policía
imperial en Burma, la narración describe las diferencias de opinión
entre las clases inglesas de la colonia sobre si se debía sacrificar
a un elefante que había matado a un campesino, lo cual le sirve
a Orwell para revelar las sinuosidades del carácter de los colonizadores,
ilustrar la corrupta naturaleza del imperialismo inglés, e incluso
acusar al propio lector de la muerte del animal. "El dueño estaba
furioso, pero era un indio por lo que no podía hacer nada... Entre
los europeos la opinión estaba dividida. Los hombres mayores decían
que estaba bien, los jóvenes proclamaban que era una pena sacrificar
a un elefante simplemente por haber matado a un coolie, porque
un elefante valía mucho más que cualquier maldito coolie", escribió
Orwell.
En el segundo volumen se encuentra su famoso ensayo sobre Inglaterra
El león y el unicornio al igual que discusiones sobre el
Mein Kampf de Hitler, sobre Tolstói y Shakespeare y su
elogio de Rudyard Kipling, un escritor que uno no pensaría que
le interesara por su postura política procolonial en la India.
Entre los ensayos aparecen cartas de Orwell de la época, además
de su diario sobre la II Guerra Mundial, en el que relata desde
la intensidad de la contienda a los diferentes tipos de bombas
que los alemanes arrojaban en la calles de Londres. El arte de
Donald McGill es por su parte una exploración de la cultura popular
basada en las ligeramente obscenas tarjetas que coleccionaba la
clase trabajadora, mediante la que Orwell examina las relaciones
entre los sexos en 1941.
El tercer volumen contiene todas las entregas de su columna,
titulada As I Please y publicada en la revista Tribune
entre 1943-1945. Se trata probablemente de su mejor periodismo
y abarca una amplia gama de temas en los que revela la esencia
de su pensamiento político. Muchas de ellas están centradas en
las condiciones de Inglaterra durante la guerra, desde los racionamientos
a los apagones y los bombardeos, pero, por encima de todo, ofrece
una visión profundamente personal de cómo fue ese periodo.
La publicación de Rebelión en la granja y 1984
cimentó la reputación de Orwell entre 1945 y 1950, el periodo
que recoge el cuarto volumen. Su periodismo en esta época abarca
desde artículos como La política y el idioma inglés o una
escalofriante pieza de reportaje social titulada Cómo mueren
los pobres, crítica literaria y comentarios sobre la cultura
popular. A pesar de estar aquejado de tuberculosis y de tener
que cuidar de su mujer y un hijo adoptivo, Orwell tenía la fuerza
de escribir cuatro artículos por semana. En una crítica literaria
de este periodo, titulada Buenos, malos libros, escribió:
"El hecho de que uno pueda divertirse, excitarse o incluso emocionarse
con un libro que tu intelecto rehusa a tomar en serio explica
por qué el arte no es lo mismo que una celebración". La obra de
Orwell nunca cae en esta trampa: la transformación del periodismo
político en una obra de arte como es Rebelión en la granja
y las ominosas advertencias sobre la opresión totalitaria en 1984
son ejemplos vivos de la fuerza de un escritor que era capaz de
luchar con un fusil por sus ideas y de estar, a la vez, vigilante
ante "esas apestosas ortodoxias que luchan ahora por apropiarse
de nuestras almas".
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