Num. 1429
Viernes,03/11/2000


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«Un día dejaremos de matarnos en nombre de Dios y de la lengua»

AMIN MAALOUF ESCRITOR El autor libanés regresa a sus orígenes literarios con ‘El viaje de Baldassare’

MIGUEL LORENCI COLPISA. MADRID

Foto
El escritor y periodista libanés, nacionalizado francés, con su nuevo libro entre las manos. / EFE
-De nuevo el viaje y una búsqueda entre lo personal y lo espiritual que carga de sentido un periplo por el Mediterráneo en tiempo de temor.

-Así es. De nuevo un viajero que se mueve por el Mediterráneo, de nuevo un personaje que atraviesa lugares emblemáticos en los que ocurren acontecimientos relevantes... Pero si comparo ‘El viaje de Baldassare’ con el de ‘León el Africano’, lo único que constato es que yo soy catorce años más viejo y que se tiene una visión de la realidad muy distinta a los 50 años que a los 36.

-¿En su nuevo libro hace un paralelismo entre los temores que precedieron al año de la bestia y los que afloran ante el paso de milenio que vamos a vivir?

-Hay coincidencias, pero también distancias. Creo que el miedo que hemos observado durante los últimos años es un reflejo muy débil del auténtico miedo, profundo y masivo, que tuvo que sentir la gente en el siglo XVII ante la inminente llegada del Anticristo y del final del tiempo. Los temores que hayamos podido albergar ahora no son más que una caricatura de aquel miedo que fue tan real como intenso.

Trasunto teológico

-¿Baldassare Embriaco y el libro que busca con desesperación, ‘El centésimo nombre’, tienen alguna base real?

-La familia Embriaco existió realmente, pero el personaje de Baldassare es totalmente una ficción. El libro es también fruto de mi imaginación, aunque el debate sobre la existencia de un libro como ese y su contenido, ese centésimo nombre y su naturaleza, es un debate que ha existido y ha estado vivo durante siglos entre los teólogos musulmanes.

-A lo largo de la historia de la Humanidad se han cometido tremendas tropelías y barbaridades en nombre de Dios, sea Alá, Jesús o Yavé. ¿Esto cambiará algún día?-¿Estará más que inquieto y pesimista por la situación en Oriente Medio, que usted ha seguido siempre muy de cerca?

-Durante los últimos años pensé que se podía avanzar algo, que habría una solución pacífica porque había posiciones alentadoras. Estuvimos a punto de tocar el milagro, pero hemos llegado a un punto crítico. En las últimas semanas esta posibilidad vuelve a alejarse y podemos decir que el proceso de paz está prácticamente muerto. La situación me produce una profunda inquietud y una gran tristeza.

Sin raíces

-Baldassare reinvindica siempre su condición de extranjero y no echa raíces en ninguna parte. ¿Por qué?

-Es un poco mi caso. Tengo a menudo la sensación de ser un extraño en cualquier lugar. Es un sentimiento que me acompaña y que me impide estar completamente a gusto en un ambiente determinado. Ese sentimiento me ha impulsado a escribir y ha hecho que muchos de los personajes de mis libros compartan esas sensaciones.

-¿Es Amin Maalouf tan viajero como sus personajes?

-Durante un largo periodo viajé sin descanso. Pero llegué a un momento en que no quería viajar más, aunque mis amigos tienen la impresión de que sigo viajando mucho. Para este libro hice el recorrido del personaje, estuve en Estambul, en Esmirna, en Gebeleto, la actual Biblos, tomé sendos barcos para recorrer la costa turca y para entrar en Génova desde el mar y recrear la impresión que pudo tener Baldassare. Pero la verdad que la mayor parte de mi vida transcurre ahora de una forma sedentaria.

-¿Internet puede ser entendido como la materialización del mito de la biblioteca de Alejandría?

-Potencialmente sí. Poco a poco, habrá más obras clásicas en la Red, de modo que podríamos acercarnos a ese mito de la biblioteca universal. Lo fascinante, con todo, es poder comunicar con gente que vive a miles de kilómetros de manera fácil y permanente, intercambiar datos y mantenerte en contacto con especialistas que te informen sobre lo que haces. Eso representa una evolución extraordinaria en la actividad humana, cuyas consecuencias no hemos empezado a calibrar todavía.





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