Guggenheim conoce Artium
El director del museo de arte contemporáneo de Álava, Javier González de Durana, presentó ayer el proyecto en el aula magna de la Universidad de Deusto
ICÍAR OCHOA DE OLANO VITORIA
 |
CONFERENCIA. El director del Artium, Javier González de Durana, ayer, durante su intervención en la Universidad de Deusto. / TELEPRESS |
Aún a medio hacer, y a falta de once meses para que abra sus puertas, Artium ha dejado de ser tan sólo un vocablo en latín en la capital vizcaína. Al menos, en la prestigiosa Universidad de Deusto. Allí, justo enfrente del todopoderoso Guggenheim, el propio director del nuevo museo de arte contemporáneo de Vitoria se encargó de poner rostro, alma y futuro al ambicioso proyecto.Lo hizo ante un centenar de profesores y ex alumnos de un curso de postgrado de Arte Contemporáneo Vasco, organizado por el Instituto de Estudios Vascos, entre los que también se encontraban el director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza, y el diputado foral de Cultura, Pedro Sancristóval. Vestido con un traje informal, el director de la pinacoteca no ahorró en palabras en su exposición. Tampoco en pasión. Su intervención, que se prolongó durante casi una hora, sirvió para evidenciar el entusiasmo y la confianza del ex director de la Sala Rekalde de Bilbao en una iniciativa que, según demostró, conoce al dedillo. «El Artium no es una cosa espontánea que surge de la nada». Esta frase sirvió al «profesor» González de Durana para sumergir a la audiencia en los años cuarenta, cuando la Diputación alavesa adquirió el Palacio Augusti, «un edificio demasiado ornamental y con escasa infraestructura para albergar tantas y tan diferentes obras». A continuación, hizo hincapié en cómo la Asociación del Museo de Bellas Artes, junto al ex diputado general Cayetano Ezquerra, el coleccionista Félix Alfaro, Pedro Sancristóval y técnicos como Sara González de Aspuru se encargaron de «crear una conciencia crítica sobre la necesidad de mostrar la excepcional colección». «Socio» del artista Durante la charla, celebrada en el espectacular marco de la biblioteca de madera de finales del siglo XIX, hoy convertida en aula magna de la Universidad, el gestor del Artium tampoco olvidó alabar la «firmeza presupuestaria» que desde 1985 ha mantenido la Diputación para incrementar sus fondos. «Esta actitud, junto a los criterios escogidos para hacer esta ampliación, son los pilares fundamentales sobre los que se asienta una de las mejores colecciones de arte contemporáneo de España», re-marcó. Una vez contados los antecedentes, González de Durana dio a conocer el aspecto del museo. Para ello se valió de unas transparencias con las plantas y alzados de un edificio que parecía haber sido proyectado por él en lugar de por el arquitecto foral José Luis Catón. Lo detalló todo. Desde dónde se ubicará el montacargas para trasladar las obras, hasta los motivos por los que el inmueble principal tiene forma trapezoidal. Y causó sensación. Las dimensiones de las salas de exhibición y su máxima de que «este centro está llamado a ser socio colaborador del artista» lograron levantar la admiración de los asistentes, quienes tampoco quisieron perder detalle del capítulo financiero. En este punto, el responsable de la pinacoteca adelantó que los estatutos de la fundación han sido «reescritos con el fin de hacerlos más atractivos para atraer futuros patronos, como empresas o corporaciones». Por último, destacó el «inmenso apoyo y cariño» mostrado por «todos» los sectores de la sociedad alavesa y advirtió que «si este proyecto no sale bien, será sólo por mi culpa».

|
|