HISTORIA DE LA IMPRENTA

Hoy día nos resulta casi imposible imaginar un mundo en el que la imprenta – los periódicos, las revistas, los libros, los mapas, los folletos, los carteles… – no forme parte de la vida diaria. Sin embargo, fue sólo hacia mediados del siglo XV cuando se empezó a progresar en este campo. La impresión de libros por medio de tipos móviles se remonta en el tiempo unos quinientos años atrás.

El invento de la imprenta, a finales de la edad media, transformó la sociedad humana y abrió una nueva era al conservar el pensamiento escrito o la imagen y difundirlos en numerosos ejemplares, poniéndoles así al alcance de un numeroso público.

 

Antecedentes históricos

En definitiva, los auténticos inventores de la imprenta fueron los chinos, ya que en el s. IX ya estaban grabando planchas de madera con páginas enteras de texto y realizando con ellas estampaciones xilográficas. Después, grabaron las letras del alfabeto chino en bloques móviles independientes que podían utilizarse una y otra vez. Pero la idea no se difundió más allá del imperio chino porque la poca comunicación con las civilizaciones occidentales.

La cuestión de quién lo consiguió primero fue en su día un asunto muy debatido entre los estudiosos de la historia de la imprenta. Para algunos, Laurens Coster, holandés de Haarlem, fue el primero en utilizar caracteres móviles, en el año 1423, otros decían que Pampilo Castaldi, italiano, fue el precursor, aunque también se habla de un checo que vivía en Avignon (Francia) llamado Procopius Waldfoghel, que estaba trabajando en la "escritura artificial". Pero ahora, en general, todos están de acuerdo en atribuir a Johann Gutenberg, de Maguncia, la invención de la imprenta. Quizá es sorprendente, en vista de lo poco que se sabe acerca de Gutenberg, que sea aceptado ahora como el inventor de la imprenta o, más exactamente, el inventor de la imprenta a partir de caracteres moviles. Pero la mayoría de los historiadores que han examinado todas las pruebas, que no son muchas, están ahora de acuerdo en que esta afirmación es correcta. Se le reconoció por primera vez en un libro publicado en Colonia, en 1499, si bien en Francia, Holanda e Italia se hacía esta afirmación respecto a otros. Pero incluso si no hubiera sido verdaderamente el primer impresor que utilizara caracteres móviles, fue su sistema y su equipo el que condujo al desarrollo de la imprenta en Europa.

La Imprenta

La imprenta comporta dos procesos fundamentales:

Este segundo proceso no presentaba problemas, incluso en el s. XV, con lo que había que dar solución al primero. La clave de la imprenta consistía en utilizar caracteres móviles, o sea piezas individuales de metal o madera para cada letra del alfabeto, en mayúscula y en minúscula, para cada número dígito y para cada signo de puntuación. Esas piezas se podían componer hasta formar el texto de varias páginas de un libro. Cuando se habían impreso esas páginas, los caracteres se podían separar y volver a componer para formar e imprimir el texto de las siguientes, con lo que a pesar de que la impresión en bloques de madera existió muchos años antes que Gutenberg, éste logró descubrir lo que en su tiempo eran soluciones viables a los diferentes problemas para la reproducción de libros o manuscritos:

Un sistema de tipos movibles que permitía que los caracteres fueran dispuestos en un orden cualquiera y que después se volvieran a usar de ser necesario, un método de reproducción para estos tipos en forma fácil y exacta, un método que mantuviera los tipos en su lugar, al imprimir, un sistema para efectuar la impresión de los tipos sobre papel, una tinta que hiciera legible la impresión de los tipos sobre papel. También la altura de cada pieza o tipo tenía que ser exactamente igual, porque, si no lo era, algunas letras se imprimirían más fuertes en tanto que otras dejarían sólo una pequeña marca. La uniformidad de impresión muestra con cuánta precisión se debieron de fundir sus caracteres.

Pero el método que al fin se diseño se ha seguido utilizando durante más de quinientos años. El método de fundición de caracteres a máquina, inventado en el s. XIX, utilizaba el mismo principio, y no ha sido hasta hace cuarenta años cuando se ha comenzado a utilizar la composición fotográfica de caracteres.

El proceso de impresión

Las piezas de caracteres terminados o tipos se almacenaban en cajas. El compositor tipográfico, o cajista, elegía las letras que necesitaba y las colocaba línea a línea en un instrumento de sujeción llamado componedor. Entre palabra y palabra colocaba las piezas en blanco para separarlas, y entre cada línea se insertaban las tiras de metal que no se imprimen, llamadas interlíneas. Tras componer las distintas líneas que cabían en el componedor, los caracteres eran trasladados a una bandeja de metal llamada galera. Una vez compuestos todos los elementos de la página, se preparaban los tipos para la tirada de pruebas. Los tipos dispuestos para la tirada de pruebas reciben el nombre de forma. Ésta se sujetaba mediante cuñas para evitar que los numerosos elementos que conformaban la página se salieran del lugar asignado. Una vez ajustada la forma se podía colocar en la prensa.

Las primeras prensas de imprenta eran de madera. La forma se colocaba en la base de la prensa, llamada cama o platina. Los impresores todavía hablan de llevar el papel a la cama, que significa ponerlo en la prensa. Los caracteres se entintaban con una almohadilla de cuero. El impresor colocaba cuidadosamente la hoja de papel sobre los caracteres, y hacía descender una segunda plancha de madera por medio de un tornillo enorme que tenía dos largos brazos ajustados a él. Dos hombres se encargaban del duro trabajo de manejar la prensa. Una vez impreso, el papel se colgaba para que se secara.

La era de la imprenta

La rapidez con la que se difundió la imprenta se puede comparar con la de los ordenadores en la segunda mitad del s. XX, y tuvo un impacto igual de drástico sobre la historia de esa época. De repente, la gente se preguntaba cómo se las habían podido arreglar sin ella. Esta difusión de la imprenta trajo consigo una serie de consecuencias en el mercado laboral, al igual que ha ocurrido con la difusión de la informática, que ha simplificado el trabajo administrativo de mucha gente, pero también ha dejado a mucha sin empleo.

Difusión

Dos acontecimientos contribuyeron a la difusión de la imprenta:

1.- En 1459 murió el arzobispo de Maguncia, y dos rivales se disputaron el derecho a sustituirlo. Se declararon la guerra y los ciudadanos tomaron partido por el aspirante que resultó derrotado. El ganador se vengó: el nuevo arzobispo desterró a todos los hombres jóvenes en condiciones de empuñar las armas.

En esta situación estaban varios empleados de la imprenta de Fust y Schoeffer*. Pero los impresores más jóvenes iniciaron rápidamente la diáspora, emigrando hacia las poblaciones que se encontraban a lo largo del río Rhin y Mai, que confluían en Maguncia y establecieron sus talleres de imprenta en Bamberg, Estrasburgo y Colonia. Este hecho dio lugar a una reacción en cadena que provocó la difusión del arte de la imprenta en toda Europa, e incluso más allá.

Pero no pasó mucho tiempo sin que la gente empezara a ver peligros en la difusión de los libros impresos. El principal enemigo de la imprenta fue la Iglesia Católica. La Biblia estaba en latín, la gran mayoría de la gente conocía su contenido mediante las enseñanzas de los eclesiásticos. Así pues, la Iglesia controlaba la lectura e interpretación de los textos sagrados. Uno de los primeros resultados del invento de la imprenta fue que empezaran a aparecer numerosas traducciones de la Biblia. Por primera vez, la Biblia podía ser estudiada sin que intervinieran clérigos, y la gente que lo hacía empezó a tener una opinión crítica de la Iglesia. Se dieron cuenta, por ejemplo, de que en los primeros tiempos de cristianismo no existían las rígidas jerarquías ni la ostentación de la Iglesia del s. XV. Los primeros cristianos oraban en edificios sencillos, no en catedrales que albergaban inmensas riquezas. Nada decía la Biblia respecto a obtener el perdón de los pecados mediante la compra de indulgencias. En conjunto, el panorama que ofrecía el Nuevo Testamento del cristianismo era muy diferente del que la Iglesia había inducido a la gente a creer.

2.- Este fue el segundo acontecimiento: Los críticos de la Iglesia hicieron pleno uso de la imprenta y las ideas que difundieron mediante libros y folletos desempeñaron una papel importante en la Reforma – el movimiento de ruptura que condujo a la fundación de las iglesias protestantes –.

Además a diferencia de las celebraciones eucarísticas católicas, en las protestantes participaban los fieles. Las nuevas iglesias protestantes necesitaban ejemplares de la Biblia, libros de oraciones y libros de himnos en sus idiomas nacionales, y muchos protestantes se dedicaron al negocio de la imprenta.

 

*: Fust era un prestamista que le dejo mucho dinero a Gutenberg para desarrollar durante más de veinte años la imprenta, que al final se quedó con el negocio por que Gutenberg no pudo hacer frente a la deuda y Fust aprovechó para demandarlo justo cuando ya había acabado de perfeccionar la imprenta e incluso había impreso muy probablemente 100 ó 130 ejemplares de la famosa Bíblia de 42 líneas de Gutenberg, con lo cual Gutenberg quedó arruinado y sin invento que aprovechar. En cuanto a Fust era un oficial impresor que trabajó con Gutenberg, pero que cuando el negocio pasó a manos de Fust se quedó con el trabajo de Gutenberg e indicaba cuales eran las formas de trabajar en la imprenta a todos los trabajadores de Fust.

 

Pero la Iglesia Católica devolvió el golpe. En 1546 prohibió la impresión de libros religiosos anónimos, salvo que hubieran sido aprobados por la Iglesia, y publicó un índice de libros prohibidos. La impresión o publicación de un libro prohibido constituía herejía: predicar en contra de la Iglesia, y era castigable con la muerte. Todos los libros que se consideró que podían difundir las nuevas ideas religiosas o hacer a la gente cuestionarse las enseñanzas de la Iglesia fueron incluidos en el Índice.

Después de estos cruciales acontecimientos la difusión siguió su normal curso.

Las publicaciones periódicas

Hasta hace unos cien años, los periódicos se imprimían sólo para una minoría de hombre cultos interesados en la política. Los libros también eran para gente culta y tenían precio demasiado elevado como para que los pudieran adquirir las personas con pocos ingresos, que siempre en el mundo han sido mayoría absoluta. Pero la gente modesta tuvo también sus publicaciones en esta época; el advenimiento de la imprenta significó que cualquiera que supiera leer tuviera acceso a información escrita sobre diversos temas: descubrimientos geográficos, fenómenos naturales extraordinarios, cuentos y hechos. Las primeras hojas que recogían estos temas aparecieron en el s. XV y crecieron durante el s. XVI, pero ya en el s. XVII aparecieron una publicaciones semanales en Alemania y los Países Bajos que incluían noticias de diversas partes de Europa, ilustradas con algún grabado o mapa. Algunos impresores tuvieron que comprar un privilegio para poder publicar estas gacetas. Otros recibieron ayuda de los gobiernos a condición, claro está, de que las noticias sirvieran a sus intereses.

Durante el s. XVII, algunos gobiernos empezaron a usar la imprenta para dar información y órdenes a la gente. También intentaron controlar lo que se publicaba, pues pensaban que la libre circulación de noticias y de opiniones era peligroso. Se introdujeron impuestos sobre los ejemplares de los periódicos y sobre los anuncios que contribuían a cubrir sus gastos.

Los gremios

Hacia 1800, la imprenta era una industria importante en muchas ciudades de Europa y Norteamérica. A pesar de ello su tecnología no había cambiado desde la época de Gutenberg. Los impresores se habían dedicado más al aspecto artístico que al técnico. Pero el método de impresión de Gutenberg continuó en uso, en gran medida, porque los impresores crearon gremios para proteger su negocio. En ciertos aspectos los gremios eran similares a los actuales sindicatos. Tenían poco interés en mejorar los métodos de impresión, porque los métodos tradicionales contribuían a que hubiera escasez de material impreso, y, por tanto, a mantener los precios altos. Durante los s. XVIII y XIX la mayoría de los impresores estaba satisfecha de utilizar los métodos que habían usado sus antepasados; y esta satisfacción con el sistema tradicional de hacer las cosas no fomentaba el desarrollo de nuevos métodos. Esta actitud continuó sobre todo entre los impresores de periódicos, hasta hace muy poco tiempo. Los impresores lucharon contra la introducción de prensas nuevas que permitieran la impresión a alta velocidad de fotos en los periódicos, y de ordenadores que hicieran posible una rápida composición de caracteres. Tenían trabajos privilegiados, muy bien pagados, y querían protegerlos. No es casualidad que la mayoría de las reformas fueran realizadas por gente que no pertenecía al negocio de la imprenta.

El primer avance llegó con la sustitución del tornillo de la prensa por una palanca que presionaba la plancha de madera hacia abajo, contra el papel. Era una operación mucho más rápida, porque mientras que el tornillo tenía que ser levantado laboriosamente tras cada impresión, la palanca podía ser simplemente soltada de manera que el bloque de madera saltará hacía arriba. La primera prensa de palanca fue constituida por el conde Stanhope, un político y científico británico, entre cuyos inventos se encontraba un aparato para afinar instrumentos musicales y una máquina calculadora.

Si bien la prensa de palanca constituyó una gran mejora, la producción seguía estando limitada por la velocidad a la que se podía colocar el papel, hacer funcionar la palanca y retirar el papel.

La prensa Koenig

Frederick Koenig, el siguiente nombre importante en la historia de la imprenta, nación en 1744, en Leipzig (Alemania). También él como Gutenberg estaba obsesionado con la imprenta. Quería encontrar un sistema que permitiera imprimir con más rapidez y menos trabajo. Como Gutenberg, tampoco tenía dinero y necesitaba un socio capitalista para poder llevar a cabo sus ideas.

La prensa de Koenig era una máquina de impresión de vapor. La forma permanecía en la platina, esta se movía gracias a la energía del vapor, hacía la hoja de papel que estaba imprimiendo, y después se retiraba. Esto significaba que las hojas de papel podían ser colocadas en su sitio y quitadas sin interrupción. Dos cilindros movidos por vapor, que sustituían la plancha superior, presionaban el papel contra los caracteres, y un rodillo repartía automáticamente la tinta sobre los caracteres, con lo que se eliminaba el lento y fatigoso proceso de entintar a mano con almohadillas de cuero. La máquina solo necesitaba dos hombres para funcionar: uno para alimentar el papel en blanco y el otro para retirar las hojas impresas.

La producción de la nueva prensa de vapor era impresionante, pero el hecho de tener que alimentarla manualmente, hoja a hoja, frenaba el proceso. En 1798 se inventó en Francia una máquina que fabricaba el papel en bobinas en lugar de hojas.

En 1868 The Times instaló las primeras prensas que pudieron imprimir con éxito en papel continuo y por las dos caras a la vez. En lugar de imprimir a partir de formas planas, la máquina usaba estereotipos – planchas curvas de metal fundidas a partir de los caracteres –. Las planchas curvas se ajustaban a los rodillos de la prensa. Una vez que esta empezaba a funcionar, imprimía ininterrumpidamente en papel continuo, que después era cortado y plegado. La prensa rotativa, así se llamaba, llegaría a convertirse en la máquina empleada en los periódicos durante de más de 100 años. El único cambio importante posterior fue la sustitución del vapor por la eléctricad.

La composición de caracteres a maquina

El problema que surgía una y otra vez era la dificultad de hacer una máquina que justificara; es decir, produjera líneas de igual longitud, con los márgenes derecho e izquierdo perfectamente alineados. Para ello hacía falta razonar y las máquinas no sabían hacerlo.

El adelanto se produjo en 1886, esta vez en Estados Unidos de América, fue Ottmar Mergenthaler. El operador pulsaba las teclas de su teclado y las matrices se iban colocando hasta llenar el componedor. Luego, la máquina inyectaba el metal fundido en las matrices, produciendo una línea de plomo. Estas líneas de plomo se retiraban cuando se habían fundido las suficientes, y se trasladaban a la forma. Cuando ya se habían utilizado las líneas de plomo, el metal se fundía de nuevo para que la máquina pudiera reutilizarlo. Entre tanto, las matrices volvían automáticamente a su almacén, donde ocupaban sus espacios correspondientes y podían ser usadas de nuevo.

La máquina de Mergenthaler bautizada con el nombre de linotipia fue la primera de un número de máquinas similares que se emplearían en los talleres de los periódicos hasta la década de 1980.

Pero Mergenthaler no era el único inventor que estaba experimentando con máquinas de composición de caracteres. También en Estados Unidos de América había otro inventor Tolbert Lanston que se empezó a interesar por la composición mecánica de caracteres. La máquina que fabricó después de hacer muchos experimentos se llamó monotípia. En realidad eran dos máquinas. El operador se sentaba ante un teclado y tecleaba los caracteres que había que componer, al teclear iba perforando una cinta de papel, cada tecla producía una serie de agujeros con una disposición diferente. La cinta de papel se introducía entonces en una máquina de componer que seleccionaba las matrices apropiadas y las colocaba en línea.

La linotipia era más rápida e idónea para el trabajo de los periódicos, pero los caracteres que producía no eran estéticos. La monotipia producía unos caracteres mucho más atractivos, de manera que había lugar para ambas máquinas: la linotipia proporcionaba rapidez y la monotipia calidad.

Pero, pese a esta constante de corriente de innovaciones hasta mediados del s. XX el método de producción de caracteres seguía siendo básicamente el mismo que el de Gutenberg: verter metal fundido en matrices para crear tipos. La forma de componer los caracteres tampoco había cambiado tanto desde el nacimiento de la imprenta. Entonces se produjo otra revolución en el mundo de la impresión, que tuvo su origen en la combinación de los ordenadores y la fotografía.

Fotocomposición

Poco después de la Segunda Guerra Mundial, se introdujo un nuevo método de composición de caracteres. Consistía en crear imágnenes de letra sobre una película mediante la proyección de rayos de luz a través de las formas de las letras este sistema de crear caracteres fue empleado por el método de imprenta denominado fotocomposición. La fotocomposición es un sistema diferente de imprenta. Gutenberg imprimía a partir de letras que tenían relieve. La superficie de impresión, con este sistema, es totalmente plana, las letras no sobresalen, con el teclado se graba un disco con los diferentes caracteres, que, al ser iluminados por un haz de luz, pasan la imagen a una película sensible. Las fotocomponedoras son mucho más rápidas que las antiguas prensas de caracteres metálicos, pero el componer los caracteres fotográficamente era muy caro al principio: los errores no podían ser detectados hasta que la película con las letras había sido revelada. Esto creaba dificultades cuando se intentaba corregirlas con frecuencia era necesario volver a componer las letras. Este problema se resolvió entre las decadas de 1960 y 1970 cuando se introdujeron los ordenadores en los métodos de impresión, en las pantallas de los ordenadores se podía ver el texto, detectar los errores y corregirlos antes de revelar la película de la página. El ordenador también realizaba otras muchas tareas como cambiar el diseño o el tamaño de los caracteres con mucha rapidez. También podía almacenar grandes cantidades de información grabada que podía ser recuperada en la pantalla en cualquier momento, pero, al permitir los ordenadores una velocidad mucho mayor, la proyección fotográfica de letras se hizo demasiado lenta.

Rayos láser

La proyección de letras ha sido sustituida ahora por la digitalización. En lugar de utilizar una matriz fotográfica las máquinas de fotocomposición digitales almacenan los caracteres en forma de datos capaces de dirigir un proceso electrónico de generación de los caracteres. Éstas máquinas realizan una exploración con un scanner láser para crear la imagen tipográfica, este método significa que se pueden revelar muchos millones de letras en una hora, lo que representa un enorme avance desde los tiempos de la composición con caracteres de metal. Los últimos progresos técnicos han permitido que ciertas fotografías puedan tener el mismo proceso y ser incluidas en la página al mismo tiempo que las palabras. Dado que todas las letras, imágenes, espacios y diseño de la página se produce ahora en forma electrónica, pueden ser enviados a cualquier parte del mundo.

La composición electrónica, los scanner láser y los nuevos procedimientos de impresión han hecho que el panorama haya cambiado totalmente y que el método empleado por Gutenberg haya pasado a la historia. Casi todos los periódicos y revistas, y la mayoría de los libros, se imprimen hoy en día con estos métodos nuevos. En la actualidad, el tipo de impresión que Gutenberg inventó se puede encontrar aún en algunos pequeños talleres de imprenta de folletos, o en una imprenta especializada en producir pequeñas cantidades de libros de gran calidad y belleza, y también de elevados precios.

La imprenta actual

Diversificación de las técnicas

Después de la primera imprenta tipográfica, cuyas formas están constituidas por elementos impresores en relieve, aparecieron otros procedimientos de impresión, que respondieron a las nuevas necesidades o que surgieron a partir de nuevas posibilidades: la talla dulce, el aguafuerte y sus derivados, en los que los elementos impresores son en hueco, y la litografía, cuyos elementos impresores y no impresores están en el mismo plano. La fotografía dio origen al fotograbado y permitió completar los procedimientos manuales de dibujo, de grabado y de composición por medio de procedimientos fotomecánicos que hicieron posible la impresión de ilustraciones en blanco y negro y en colores. Desde principios de siglo, el offset y el huecograbado tuvieron una rápida expansión en la impresión de periódicos y catálogos.

Evolución del sector

En sus principios, la imprenta integraba todas las funciones que van desde la edición hasta la venta de libros. Más tarde, aparecieron imprentas que efectuaban los trabajos que les encargaban los editores y, posteriormente, la producción se dividió en dos sectores: la impresión de libros y los trabajos de impresos y tarjetería. Las empresas se encargaban todavía de todas las operaciones que van desde la composición hasta la obtención del libro, pasando por la impresión. En la actualidad, la diversificación ha aumentado, y algunas empresas se encargan solamente de una de estas funciones. El conjunto de las actividades técnicas que tienen por objeto la producción de un impreso se designa generalmente como artes gráficas, mientras que el término imprenta se reserva casi siempre a una empresa que se ocupa esencialmente de la impresión.

La prensa, que no apareció hasta el s. XIX, se utiliza exclusivamente para la impresión de periódicos, mientras que los grandes talleres de imprenta se encargan de la impresión de libros, publicaciones periódicas, ilustraciones, impresos publicitarios, carteles, catálogos de folletos, encartes, desplegables y prospectos.

Una especialidad que ha conocido un gran crecimiento es la de los impresos en forma continua (formularios, legajos, tarjetas y tickets). La aparición de material ligero de impresión, de manejo más sencillo, lleva a los clientes a convertirse en sus propios impresores, de manera que los grandes talleres experimentan la competencia de las imprentas administrativas. Un tipo particular de imprenta es la instantánea, generalmente una empresa pequeña que posee un material muy moderno con el que se puede imprimir con gran rapidez.

Técnicas contemporáneas

Existen en la actualidad cinco procedimientos mayoritarios de impresión que se reparten el mercado de las industrias gráficas.

1.- Tipografía: Utiliza caracteres tipográficos para el texto y clichés para las ilustraciones. La puesta a punto, hacía 1900, de la impresión en offset ha desestabilizado de manera progresiva el sector de actividades de la tipografía, que ya solo representa una pequeña parte del mercado. La tipografía es todavía utilizada para la impresión de libros de bibliófilo y para trabajos de tarjetería.

2.- Litografía: Basada en el principio físico-químico de la repulsión existente entre el agua y las materias grasas contenidas en las tintas está en el origen del offset. Fue descubierto en 1798 por Aloys Senefelder y, contrariamente a otras técnicas de impresión, tanto las partes impresoras como los espacios en blanco están en el mismo plano. El dibujo se fija mediante una base grasa en la piedra litográfica o en una plancha de zinc o de aluminio. Dos series de rodillos unos con agua y otros con tinta, pasan por la forma impresora. La base grasa del dibujo rechaza el agua, admitiendo únicamente la tinta. Este sistema permite una producción elevada de hasta 12000 hojas por hora y, para las rotativas, una velocidad del rollo de papel de 680 metros por minuto.

3.- Huecograbado: Utiliza un sistema cuyas formas impresoras son cilindros recubiertos por una película de cobre, tratada mediante procedimientos electrolíticos, en la que se han grabado en hueco los elementos impresores. Debido a sus especiales características, el parque de imprentas de huecograbado está constituido prácticamente por rotativas. El tratamiento de los cilindros requiere instalaciones pesadas y complejas que necesitan tecnologías de grabado asistidas por ordenador. El elevado coste del huecograbado solo puede amortizarse mediante tiradas muy elevadas, tales como catálogos, semanarios, etc.

4.- Flexografía: Utiliza formas impresoras en relieve, constituidas por clichés ligeros, normalmente de caucho o de plástico. Este procedimiento suele emplearse en continuo, principalmente en las rotativas, cuyos disolventes de tinta fluida son muy volátiles y les permite imprimir sobre soportes no absorbentes, tales como los plásticos ligeros utilizados en el sector de los embalajes. La flexografía está intentando implantarse en la prensa cotidiana.

5.- Serigrafía: Es un procedimiento de impresión que explota el principio de la plantilla y se emplea también para estampar tejidos y decorar todo tipo de objetos fabricados con materiales diversos. El motivo que se quiere imprimir se dibuja sobre una tela de seda montada en un marco y que actualmente puede ser de nylon. La impresión se consigue haciendo que los pigmentos atraviesen el tejido imprimiendo solo los motivos deseados.

El apogeo de la lectura

Mucho antes de que el cine y la televisión proporcionaran una ventana abierta al mundo, los libros ya estaban realizando esta misma función.

Gutenberg nunca alcanzó las riquezas con las que había soñado, y en su época no recibió el merecido reconocimiento por lo que había realizado. Hoy día, nuevos métodos han reemplazado a los creados por él. Pero gracias a su perseverancia y a su ingente trabajo durante más de 20 años nació la imprenta. Gutenberg tuvo que enfrentarse con las decepciones y fracasos propios de todo inventor, pero, a pesar de sus deudas y demás problemas económicos, siguió trabajando. Por esas ironías de la vida tenemos noticias documentadas de su vida gracias a sus problemas económicos. Estos documentos nos permiten atribuirle la invención de la imprenta, que ha proporcionado una puerta abierta a la libertad de todos los hombres.

Bibliografía

Documentación aportada en la visita al Museo Nacional de la Imprenta y de la Obra Gráfica en el Real Monasterio de El Puig de Santa María

Johan Gutenberg "La historia del nacimiento y la evolución de la imprenta"

Coleccíón - Gente de ayer y hoy -

Editorial Ediciones sm

Enciclopedia Larousse 2000 Tomo 8

Editorial Planeta

Dirección URL: http://utec.edu.sv/prensa/imprenta.html

Dirección URL: http://sirio.deusto.es/abaitua/konzeptu/htxt/grupoi2.htm