La maquetación o marcación

 

Las marcas o etiquetas en el proceso tradicional de edición

En todas las editorial existe uno o varios especialistas cuya función es marcar el texto manuscrito para indicar el aspecto que debe tener en su forma impresa. Este proceso recibe el nombre de maquetación (markup, en inglés).

Definiciones de maquetación o markup

El manual de etilo The Chicago Manual of Style define markup de la siguiente manera:

"Es el proceso de marcar un documento manuscrito con instrucciones acerca de cómo se deben utilizar los tipos de letra, los tamaños, los espacios, el sangrado etc."

Instrucciones para el cajista

En una editorial tradicional, existe la figura del "maquetador" en la que recae la labor de decidir los formatos y diseños de los libros que se van a imprimir. De acuerdo con estos criterios otra persona, denominada "corrector de manuscritos", marca detalladamente el libro manuscrito con instrucciones precisas para el "cajista", quien se ocupa de preparar las pruebas de imprenta. Estos son algunos ejemplos clásicos de instrucciones para el cajista:

"Times Roman 10/12 x 24", al comienzo de un capítulo indica que el capítulo debe ir en tipografía Times Roman de 10 puntos con un interlineado de 12 puntos, y una medida de 24 cíceros (línea con longitud de 6 pulgadas);

"10/10 Times Roman sangrar dos cuadratines desde la izquierda" al comienzo de una cita de bloque indica que se debe componer con una sangría desde el margen izquierdo. Una línea vertical coloreada a la izquierda indicará la extensión exacta de este ajuste.

La maquetación electrónica

Estas tres figuras del proceso de edición tradicional suelen reducirse en la actualidad a una sola, el maquetador. Los nuevos medios de edición electrónica agilizan enormemente un proceso que con frecuencia se subcontrata a empresas especializadas en maquetación y autoedición.

El procesamiento de textos

Prácticamente la totalidad de los programas informáticos de procesamiento de textos y sistemas de autoedición modernos disponen de códigos de maquetación.

En estos programas, se utiliza el término "maquetar" para describir cualquier código o instrucción acerca del formato o diseño de un documento.

La maquetación debe señalar como mínimo los cambios en el tipo de letra (negrita, cursiva etc.), los saltos de línea, los márgenes, etc.

WYSIWYG

Hoy en día, casi todos los procesadores de texto son del tipo WYSIWYG (What you see is what you get, 'Obtienes lo que ves'). En ellos el diseño se realiza sobre la pantalla por medio de teclas de función o mediante opciones de menú.

De esta manera se insertan códigos en el documento que se encargan de recrear el efecto deseado, tanto cuando se visualiza el documento por pantalla, como cuando se imprime.

En WordPerfect, por ejemplo, la negrita se inserta mediante un código de control (un carácter ASCII extendido de 8 bits), que al mismo tiempo cambia el color de la visualización en la pantalla.

Este sistema se corresponde muy estrechamente con el subrayado ondulado y la nota al margen en "negrita" propia de la corrección tradicional de manuscritos.

En los primeros sistemas WYSIWYG (como en las primeras versiones de WordStar), los códigos eran visibles en la pantalla. En los sistemas modernos normalmente queda oculto para el usuario. En muchos casos, existe una opción para visualizar el etiquetado.

Por ejemplo, si el usuario de WordPerfect activa la opción de "mostrar códigos", los códigos que se visualizan en pantalla son términos significativos encerrados entre corchetes, como [Negr]para marcar la negrita[negr], (aunque el código es en realidad un solo carácter ASCII extendido).

Etiquetas descriptivas

Hojas de estilo

La tendencia generalizada en la actualidad (como es el caso notorio de Microsoft Word, pero también de Lotus WordPro o la versión para Windows de WordPerfect) es a utilizar hojas de estilo.

Las hojas de estilo son el equivalente electrónico de las reglas generales del diseñador de libros. Cada párrafo es marcado o etiquetado con un código que determina el estilo con el que se presentará (sangrado, tipo de letra, márgenes, etc).

Etiquetas de caracteres ASCII

Generalmente, las etiquetas se hallan ocultas, pero se pueden visualizar mediante una combinación de teclas o pinchando sobre un elemento del menú.

En algunos programas, como en Ventura, las etiquetas pueden introducirse en el archivo original como cadenas de caracteres ASCII, tal y como las almacenará el programa.

Las etiquetas de programas como Ventura constituyen un primer paso hacia lo que Coombs y otros denominan etiquetado descriptivo, en el sentido de que describen la función de cada elemento etiquetado -por ejemplo, un encabezamiento de primer nivel, una cita, un párrafo, etc.-.

Etiquetas procedimentales

Más interesante que el etiquetado oculto de los sistemas WYSIWYG es la maquetación explícita que se puede encontrar en los "formateadores" por "lotes", tales como Troff, TeX y SCRIPT/VS, entre otros.

Todos ellos están basados en un paradigma utilizado por primera vez en la función arquetípica Runoff de CTSS (Sistema Compatible de Tiempo Compartido). Las etiquetas de formato están intercaladas en el texto, identificadas por una combinación particular de caracteres que es poco probable que aparezca en el texto.

Troff

En el primer Runoff se reconocían las etiquetas de formato por la presencia de un punto al comienzo de una línea. Esta convención fue adoptada por todos los programas de Runoff que tenían su origen en el primer CTSS, en particular por Troff.

Una característica posterior de Troff fue la de "llamada" intercalada (es decir, una etiqueta situada no necesariamente al comienzo de una línea) introducida por una barra inclinada invertida.

TeX

Cuando Knuth concibió TeX, intercaló todas las etiquetas utilizando una barra inclinada invertida. Esto dificulta la lectura para las personas, pero hace más fácil el análisis sintáctico por parte de la máquina.

Las instrucciones de formato de estos sistemas puede denominarse etiquetado procedimental, ya que todas ellas se hallan relacionadas con el aspecto del texto y controlan los tipos de letra y el espaciado en un grado muy alto de detalle.

Esta tarea es complicada, por lo que en 1976 Troff fue ampliado con una serie de "macros", las clásicas macros ms<1>. Dichas macros extraían la estructura del documento, permitiéndole al usuario de Troff marcar los componentes principales de un documento -párrafos, encabezamientos, listas, etc.- sin preocuparse por las reglas tipográficas.

El diseño de los diversos componentes de un texto se recoge en las definiciones de las macros, y por lo tanto resulta inaccesibles para el usuario. De esta forma se garantiza la uniformidad de la presentación, como demostraron los informes técnicos de los Laboratorios Bell.

Desde que en 1977 Knuth comenzó a trabajar en TeX, cuya primera versión estuvo disponible en 1979, incorporó en su diseño macros de carácter procedimental como las que se utilizaban en Troff.

LaTeX

No fue hasta en fechas relativamente recientes cuando Lamport desarrolló una serie de macros dotadas de una funcionalidad similar a las ms, las cuales distinguen entre la estructura lógica del documento y su aspecto.

El sistema resultante LaTeX posee una estatus casi de culto en el mundo académico internacional.

AMS-TeX

Otro paquete muy utilizado entre la comunidad de TeX es AMS-TeX, un paquete de macros desarrollado por la Sociedad Matemática Americana para los téxtos de matemáticas.

Sin embargo, AMS-TeX proporciona principalmente un tipo especializado de etiquetado procedimental para las matemáticas: las ecuaciones y las fórmulas no se adaptan bien al etiquetado generalizado).

Estos sistemas representan un enfoque más cercano al etiquetado descriptivo de Coomb, aunque no satisfacen todos los criterios: existen algunos aspectos del formateado que aún requieren el etiquetado procedimental. En realidad constituyen ejemplos de etiquetado genérico.

Este es un término acuñado en la industria de la imprenta para describir la técnica de identificar los componentes principales de un documento -párrafos, títulos, encabezamientos, citas, etc.- con etiquetas que describen su función de una manera independiente de cualquier máquina determinada de composición.

Las macrollamadas son análogas a las etiquetas de párrafos de Microsoft Word o Ventura, y las definiciones de las macros son el equivalente a la hoja de estilo (excepto con respecto a la comprensibilidad).

Etiquetado generalizado

Al mismo tiempo que se estaban desarrollando Troff/ms y TeX, un grupo en IBM dirigido por Goldfarb desarrollaba herramientas de procesamiento de textos.

SCRIBE

La separación entre estructura y aspecto, defendida por Reid e implantada en el sistema SCRIBE, también había motivado al grupo de IBM en un principio, y es a Goldfarb a quién debemos el término etiquetado generalizado para describir este enfoque sobre la preparación de documentos. Su definición de 1981 no puede ser mejorada:

"... no limita los documentos a una única aplicación, a un estilo de formateado o a un sistema de procesamiento. Se basa en dos postulados novedosos (en aquel momento):"

GML

Las ideas de Goldfarb se hallaban recogidas en el "Lenguaje de Etiquetado Generalizado", que fue adoptado por IBM y ahora forma parte de su sistema de procesamiento de textos insignia, el DCF/GML (Soporte de Composición de elementos -Lenguaje de Etiquetado Generalizado).

Los términos "etiquetado generalizado" y "etiquetado descriptivo" son en gran medida intercambiables. La motivación del término "generalizado" es, según la observación de Goldfarb, que el etiquetado debe describir la estructura de un documento y otros atributos, como cuando se utiliza para codificar el contenido semántico de un documento.

Las ventajas del etiquetado generalizado

Las ventajas del etiquetado generalizado son las siguietes:

  1. Separa la estructura del aspecto: el autor utiliza el etiquetado para describir la estructura de un documento y para especificar su propósito, sin prestar atención al aspecto.

    Si se desea resaltar una expresión, debería ser descrita como "resaltada", no como cursiva. (En el caso de que el texto que rodea a dicha expresión se hallara en cursiva, haría falta resaltarla en tipo redondo, por ejemplo).

    Tomando otro caso, una hoja de estilo de un procesador de textos podría definir el formato de un párrafo (que contiene una cita, por ejemplo) para resaltarlo frente al resto del texto mediante un salto de línea y un sangrado.

  2. Las propiedades del texto se etiquetarán según su función.

    La forma concreta en la que aparecerá cada propiedad se define independientemente, de manera que, aunque un sistema puede optar por la misma visualización para varios propósitos, otro sistema podrá diferenciarlos

  3. Facilita la indización y la generación de "visualizaciones" selectivas de un documento, por ejemplo, un conjunto de todas las citas.

  4. Permite alternar diferentes convenciones, como en la utilización de las comillas.

    Muchos editores tienen diferentes convenciones con respecto al uso de las comillas, simples o dobles, y por lo tanto sería importante que la motivación de emplear las comillas (para delimitar citas textuales, para denotar ironía, o para indicar el significado de un término) se identificase sin prejuzgar el tipo que se vaya a utilizar.

  5. Otros ejemplos de ventajas relacionadas con la elaboración de documentos:

    Permite distinguir todos los términos técnicos en su primera aparición en una obra, lo que facilita marcar una tipografía distintiva y ayuda en la compilación del índice de definiciones.

    En un grupo de poemas, el primer verso de cada poema podría estar etiquetado de una forma especial, de modo que además de permitir un cambio de tipografía, simplificaría el proceso de creación del índice de los primeros versos.

    En un trabajo literario complejo (por ejemplo, El Señor de los Anillos) podríamos etiquetar los nombres de los personajes principales cada vez que apareciesen en el texto, con el fin de crear una concordancia para los estudiosos que deseen comparar el contexto en el que aparecen dichos personajes.

En resumen, el uso de un sistema de etiquetado generalizado obliga al autor a prestar atención a la estructura del documento, mientras que al mismo tiempo le proporciona al editor un cierto control sobre el aspecto y facilita la aplicación de un estilo propio. Incluso en el caso de que el autor y el editor fuesen la misma persona, es una buena costumbre centrarse en el contenido y en la estructura del documento en el momento de su redacción y no distraerse en cuestiones de presentación.

Smith y Coombs y otros aportan una enumeración más amplia de ventajas del etiqutado generalizado.