Licenciado en Derecho, especialidad jurídico económica, por la Universidad de Deusto y funcionario foral desde 1985, Luis Muro, de 41 años, se ha propuesto ordenar la Diputación. La tarea no es sencilla, pero está convencido de que es «inevitable».

-¿Cómo explica que los archivos forales estén saturados en la era del ordenador?

-La idea de la oficina sin papeles es todavía una quimera. Los sistemas de impresión facilitan que todos, además de en los soportes informáticos, tengamos en papel la mayoría de los documentos.

-¿Por qué?

-La respuesta es por si acaso... Por si los sistemas fallan un día, al final respaldamos casi todo con papel, con lo que siempre tenemos una duplicidad de soportes. Además, por costumbre o cultura, nos gusta leer, estudiar más los asuntos en papel que en formatos electrónicos. Para no ver ni un papel en una mesa, se tiene que dar un cambio cultural muy importante. ¿A quién no le gusta acariciar un libro en lugar de leerlo en la pantalla de un ordenador?

-¿Cómo se busca un documento en 17 kilómetros de archivo?

-El buen hacer de los funcionarios permite encontrar lo que se busca con bastante rapidez.

-¿No queda más remedio que destruir viejos documentos?

-Creo que es algo inevitable por el coste inasumible que supone mantener estos archivos tan saturados en los que se guardan cosas que son suplerfluas. Se están ocupando espacios en edificios muy céntricos, de alto valor económico. Liberar estos lugares de papeles permitiría ocuparlos por actividades o servicios más necesarios.

-¿En qué criterios se basará esa limpieza?

-No se va a destruir sin ton ni son. Primero hay que analizar el valor histórico o administrativo de cada documento para determinar lo que se debe conservar. Del resto, debemos olvidarnos. Por supuesto, dejando constancia siempre de que esa destrucción material quede registrada.

-¿La medida afectará a todos los departamentos de la Diputación?

-Se trata de actuar principalmente sobre lo nuevo, porque lo que está en el Archivo Foral ya ha sido objeto de depuración.

-¿Cuánto tiempo debe guardarse un expediente sin valor histórico o administrativo?

-Creo que con cinco años es suficiente.