Greenpeace: el 38 por ciento de la basura que España genera se vierte de forma incontrolada



La Coruña. S. S. E.

El desprendimiento del vertedero de Bens, en La Coruña, ha hecho saltar la alarma. Greenpeace presenta un estudio en el que indica que de toda la basura que se genera anualmente nuestro país –44,8 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos–, el 31,28 por ciento se vierte de forma incontrolada. Estos datos fueron difundidos ayer en La Coruña por la organización ecologista y contienen cifras del Ministerio de Obras Públicas.

El informe señala que menos de la mitad (48,97 por ciento) de las basuras que se generan en España va a parar a vertederos controlados, mientras que un 14,80 por ciento se composta y el 4,95 por ciento se incinera.

Greenpeace advierte en su estudio sobre el peligro de contaminación marina ocasionada por los basureros. El ejemplo"más escandaloso de ello es, para los ecologistas, el vertedero de Melilla, que según Greenpeace"vierte sus basuras al mar Mediterráneo a través del acantilado de Horcas Coloradas.

En el informe, difundido ayer por Efe, la organización ecologista internacional sostiene que"más del 45 por ciento de los objetos flotantes encontrados en el Mediterráneo son plásticos,"y asegura que su ingestión por parte de los organismos marinos es un grave problema.

La materia orgánica conforma el 52 por ciento de los residuos sólidos urbanos que se generan en España, pero junto a ella hay también papel y cartón (15 por ciento), plásticos (9 por ciento), vidrio (7,5 por ciento), metales (3,5 por ciento) y, en cantidades menores, caucho y elementos textiles.

"Los plásticos –dice el informe– tienen un grave impacto en la vida marina porque algunos animales los ingieren por error, como las tortugas marinas, que confunden los plásticos con las medusas, y eso les provoca obstrucciones intestinales e incluso la muerte.

Además, en los vertederos incontrolados se producen reacciones químicas y biológicas entre los constituyentes de materia orgánica e inorgánica. Los productos tóxicos resultantes de estas reacciones son arrastrados por el agua de la lluvia (lixiviados) y contaminan el suelo y las aguas subterráneas, aunque también es posible que contaminen el aire formando gases.

El estudio de Greenpeace apunta que el gas metano, resultante de los procesos de fermentación anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de la materia orgánica supone la mitad de las emisiones de gases producidas en los vertederos.

Se trata de un gas explosivo y causante de incendios accidentales en vertederos incontrolados. Esta fue una de las causas que inicialmente se barajaron para explicar el desprendimiento del vertedero de Bens.

Otros gases que según Greenpeace se producen en los vertederos son el cloruro de vinilo, benceno, tricloroetileno y cloruro de metilo, de efectos tóxicos y potencialmente cancerígenos.

En los vertederos controlados se garantiza que los líquidos lixiviados no contaminen el suelo o las aguas subterráneas gracias a depósitos de recogida, pero las fugas son frecuentes, según el estudio de Greenpeace.

Como alternativa, la organización ecologista propone la eliminación de los embalajes que sean innecesarios y la sustitución de los envases que no puedan ser reutilizados o reciclados, como los plásticos, por otros, como el vidrio, que sí ofrezcan esta posibilidad. Greenpeace se decanta por la separación de los materiales que componen la basura en su origen para favorecer así su reciclaje.

El Ayuntamiento de La Coruña aceptó colaborar con Greenpeace para crear un plan de tratamiento de residuos sólidos urbanos.



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